En el año 1877 Thomas Alva Edison inventó el fonógrafo, una de las invenciones más importantes de todo el siglo XIX. La intención de este aparato era grabar y reproducir sonido, dando así la oportunidad a todo el mundo de poder acceder a la música, algo que en aquél tiempo estaba reservada solamente a la gente que pertenecía a la clase alta.
Un fonógrafo es un aparato bastante parecido a un reproductor de discos compactos, solamente que los discos están hechos con cera en lugar de con aluminio y plástico, y en lugar de usar un rayo láser, se utilizaba una aguja para poder leer el sonido.
Si hay un invento que cambió la vida de los seres humanos, ese es la bombilla, porque ¿qué sería de nosotros si al llegar a casa no tuviéramos luz? Pero por supuesto, no siempre ha sido tan sencillo como a nosotros nos resulta, pulsar un interruptor y que se haga la luz.
La forma de energía conocida como electricidad tiene un origen muy antiguo. En el siglo XVII Gueriche produjo un chispa eléctrica gracias a un globo giratorio de azufre. El primero que usó esta energía fue Alejandro Volta, un italiano al que Napoleón encargó en 1801, hacer una demostración de su pila, la primera fuente de energía eléctrica continua de la historia.
Hoy en día gracias a las últimas tecnologías como las tabletas, los móviles o los diferentes reproductores de música que llevan cámaras de fotos integradas, es posible captar todo tipo de imágenes, y por supuesto difundirlas por las redes sociales y portales.
Pero todo esto es posible en la actualidad gracias al descubrimiento, en el año 1830 aproximadamente, de los componentes fotosensibles. Gracias a ellos se consiguió que las cámaras oscuras pasaran a convertirse en cámaras fotográficas.
Cómo suele suceder con una gran parte de los inventos, atribuir la invención de la brújula a una sola persona, no sería justo, ya que hay que basarse en la labor realizada por diferentes personas hasta llegar al invento que hoy en día conocemos. En el caso de objetos antiguos, como es el caso de la brújula magnética, existe una dificultad añadida cuando se intenta determinar el momento concreto en el que algo se usó por primera vez.
Esto se debe a que solo existe una pequeña parte de los registros y de los libros que se escribieron. En ocasiones puede suceder que tan solo se haga una mención casual tanto en un libro como en un pintura, para poder arrojar una pequeña evidencia sobre el artículo en cuestión.
Prácticamente todos los apasionados del baloncesto saben quién fue el inventor de este deporte, pero si por casualidad no eres uno de ellos, te invitamos a que continúes leyendo y lo descubras. Este deporte conocido como Basket Ball en sus orígenes, se inventó en 1891. Un maestro de escuela de entrenamiento en Springfield, Massachusetts llamado James Naismith, fue el encargado de ello.
En realidad el baloncesto surgió gracias a un desafío de este profesor a sus estudiantes para despertar el interés de los mismos en una aburrida clase. Este maestro de origen canadiense, nació en Almonte, Ontario, donde acabó la escuela secundaria. En la universidad de McGill de Montreal, fue donde terminó sus estudios y se convirtió en un maravilloso gimnasta y futbolista. Tanto fue el amor a los deportes que sentía, que llegó a convertirse en profesor de gimnasia en una escuela de Massachusetts.
En el siglo XIX los norteamericanos crearon un deporte conocido como béisbol (baseball en inglés). Su origen se encuentra en el cricket, un ejercicio en el que se utiliza un bate y una pelota y donde se enfrentan dos equipos, cada uno de ellos con once jugadores. Se juega sobre un campo de hierba de forma ovalada y que no debe ser más pequeño que uno de fútbol. Con el paso del tiempo se fueron haciendo modificaciones en este deporte hasta transformarse en lo que hoy conocemos como béisbol.
Empezando desde el principio, hay que decir quién fue la persona que inventó la pelota de béisbol. Se trataba de un niño al que le encantaba jugar al “round ball”, siendo su lugar en la historia de este deporte tan solo de reconocimiento, ya que jamás recibió un dólar por su invención.
El origen del béisbol
No se debe confundir al hombre que inventó el juego en sí del béisbol. Incluso seguramente puede que el quién en realidad lo inventara, no sea quien has pensado siempre. Por eso vamos a dar un breve vistazo en la historia de este deporte a continuación. Si te interesa, te invitamos a que sigas leyendo.
En Massachussets, concretamente en Stoughton, era típico jugar al “round ball”, un juego que consistía en tirar una pelota a un bateador mientras se iba pasando por las bases. Si al bateador le golpeaba la pelota, el resto de chicos se lanzaban contra él. Este tipo de pelotas estaban cubiertas de cuero y fabricadas con hilos enredados. Normalmente se hacían en casa por lo que era muy sencillo romperlas, además de que el juego tenía que ser parado continuamente para poder arreglarlas.
Un día estando en clase Ellis Drake garabateó un diseño de pelota para practicar su juego favorito, que llegaría a revolucionar el mundo del béisbol. Lo que logró fue una pelo que no se podía deshacer tan fácilmente y que hacía menos daño al golpear a los jugadores.
El diseño de dos piezas con la forma de ocho que en su día inventó, se sigue utilizando hoy en día. Pasaron dos años y el invento no fue patentado, por lo que George y Harry Wright se aprovecharon de ello y empezaron a vender estas pelotas en los equipos de béisbol.
Aunque no se sabe realmente el origen de una ciencia tan polémica como son las matemáticas, lo cierto es que se piensa que es incluso más antigua que la escritura. Se cree que ya en la prehistoria las mujeres desarrollaron un sistema para llevar la cuenta de su menstruación, y que los hombres idearon otro para contar los animales de las manadas en el momento de la caza.
Mucho más adelante comenzó la aparición de las figuras geométricas en sitios de adoración y en las edificaciones de iglesias y templos. Las primeras matemáticas en la China son de aproximadamente 1600 años a.C, que aparecieron durante la dinastía Shang, tratándose de números que se marcaban en los caparazones de las tortugas.
Aunque cuando se hace mención sobre la invención de la bomba atómica se nombra a dos personas: Oppenheimer o Einstein, lo cierto es que detrás de ambos existen muchas personas que sin su colaboración, no hubiera sido factible que la bomba atómica existiese en la época en la que se desarrolló. Por eso hoy queremos hablar sobre todos los científicos que han contribuido a la creación de la misma.
Einstein y Oppenheimer
Mucho antes del siglo XX ya se sabía de la existencia del uranio, un elemento con un núcleo más pesado y con isótopos inestables. En 1905 Albert Einstein descubrió la equivalencia entre inercia y masa, deduciendo de manera teórica, que con un pequeñísimo trozo de material, si se multiplicaba por el cuadrado de la velocidad que tiene la luz, se conseguían enormes cantidades de energía.
En el oeste de Alemania nació en el año 1570 Hans Lippershey. En 1594 se marchó a Middelburg y se convirtió en ciudadano holandés en el año 1602. A este personaje fabricante de lentes, se le atribuye la invención del telescopio, aunque hay más de un debate sobre este tema, ya que el mérito de esta invención fue reclamado por dos personas más: Jansen y Metius.
Jacob Metius era un fabricante de instrumentos ópticos de origen holandés, que reclamó unas semanas después de Hans Lippershey la invención del telescopio. Éste último no la recibió pero a cambio fue recompensado por las copias del diseño por el gobierno holandés. Por otra parte a Zacarías Jansen se le atribuye más que la invención del telescopio, la del microscopio.
En 1880 y después de crearse las primeras televisiones en blanco y negro, aparecieron los primeros intentos para crear la televisión en color. Aunque fue Maurice Le Blanc quien propuso crear una televisión mecánica de color, lo cierto es que fue el polaco Jan Szczepanik quien en 1897 patentó el primer sistema de televisor a color, consiguiendo la reproducción del mismo a través de células fotoeléctricas de selenio, un prisma, un espejo oscilante y un electroimán. Por desgracia este invento no tuvo éxito ya que no funcionaba correctamente.
De la mano del escocés John Logie Baird vino un exitoso sistema mecánico de televisor en color, incluyendo tres discos en espiral y tres fuentes de luz para combinar los rayos de la misma y crear imágenes visibles de color. En 1928 mostró su inventó asombrando a la gente que se había reunido para ver una retransmisión a color en una televisión. Más tarde, en 1940, consiguió crear un sistema de televisor eléctrico completamente que podía reproducir una gama de colores limitada.