Cómo suele suceder con una gran parte de los inventos, atribuir la invención de la brújula a una sola persona, no sería justo, ya que hay que basarse en la labor realizada por diferentes personas hasta llegar al invento que hoy en día conocemos. En el caso de objetos antiguos, como es el caso de la brújula magnética, existe una dificultad añadida cuando se intenta determinar el momento concreto en el que algo se usó por primera vez.
Esto se debe a que solo existe una pequeña parte de los registros y de los libros que se escribieron. En ocasiones puede suceder que tan solo se haga una mención casual tanto en un libro como en un pintura, para poder arrojar una pequeña evidencia sobre el artículo en cuestión.