En el oeste de Alemania nació en el año 1570 Hans Lippershey. En 1594 se marchó a Middelburg y se convirtió en ciudadano holandés en el año 1602. A este personaje fabricante de lentes, se le atribuye la invención del telescopio, aunque hay más de un debate sobre este tema, ya que el mérito de esta invención fue reclamado por dos personas más: Jansen y Metius.
Jacob Metius era un fabricante de instrumentos ópticos de origen holandés, que reclamó unas semanas después de Hans Lippershey la invención del telescopio. Éste último no la recibió pero a cambio fue recompensado por las copias del diseño por el gobierno holandés. Por otra parte a Zacarías Jansen se le atribuye más que la invención del telescopio, la del microscopio.
Por otra parte existe la creencia de que Lippershey robó a Jansen sus ideas, y todo ello debido al diplomático Willian Boreel,un conocido de ambos y parece ser que demasiado entusiasmado con el trabajo de Jansen, ya que en realidad no existió ninguna evidencia de que el primero no hiciese su trabajo de una manera independiente. Lo que sí está claro que durante el siglo XVII, ambos estuvieron fabricando, en la misma ciudad de Holanda, instrumentos ópticos.
Evolución del telescopio
A pesar de que la invención de este artilugio es atribuida a Lippershey, existen ciertas pruebas de que los telescopios ya se conocían a principios del siglo XVI, aunque siempre estará considerado este inventor de origen alemán, como el inventor del mismo.
Su telescopio en concreto contaba con un aumento de 3X el cual fue mejorado al año siguiente por el mismo Galileo. Éste había escuchado algo sobre la “perspectiva de vidrio holandesa”, por la que los objetos más alejados se aparecían ante uno mucho más cerca y con un tamaño mucho más grande.
Él afirmaba que pudo resolver el problema de la construcción de este aparato en tan solo una noche. Después de haber conseguido un telescopio mucho mejor que el primero, se fue a Venecia con su invento para comunicar todos los detalles del mismo delante del público, y presentarlo también al Senado.
Dicho telescopio construido en el año 1609 era de refracción y contaba con una lente ocular cóncava y delante una convexa.
Gracias a él consiguió descubrir las fases del planeta Venus, un fenómeno con el que se indicaba que el mismo gira alrededor del sol. Además descubrió que alrededor de Júpiter giraban cuatro lunas.
De la misma manera descubrió que el sol, considerado hasta ese momento con un símbolo auténtico de la perfección, contaba con manchas, algo que descubrió realizando directas observaciones de esta estrella durante las mañanas, atardeceres o cuando las nubes se interponían con el sol, ya que de esta manera la intensidad de la luz se podía soportar mejor.
En cualquier caso esta práctica le dejó ciego totalmente al final de sus días. De esta forma y gracias a su telescopio, consiguió el bien merecido sobrenombre de padre de la astronomía moderna.