Aunque la máquina de vapor pudiera parecer una reliquia del pasado dentro del actual mundo de turbinas de gas, motores de combustión y reactores nucleares, lo cierto es que sin la invención de la primera, el mundo actual sería completamente diferente. Si quieres conocer la historia de la máquina de vapor, te invitamos a que continúes leyendo.
Hoy en día tenemos cantidades de energía extraordinarias en nuestras manos, algo a lo que solamente tenían acceso las clases más elitistas en el pasado. Los inventores británicos consiguieron que la energía de vapor marcara una enorme diferencia y en la actualidad, todavía se encarga de conducir prácticamente toda la energía que se genera, ya sea nuclearmente o por carbón.
Entre ellos cabe destacar nombres como Newxomen, John Wilkinson también conocido como “Iron Mad” o James Watt. Pero realmente la historia de esta máquina empieza con Charles II. En 1682 este rey acudió a una cena de la Sociedad Real y pudo deleitarse con una carne exquisitamente tierna, en la que los propios huesos habían conseguido fundirse con la gelatina de la receta, gracias a una manera nueva de cocinar con la olla a presión inventada por Papin.
El barco a vapor
Este físico también sería el encargado de construir el primer barco del mundo a vapor, que aunque no tuvo demasiado éxito, consiguió demostrar lo que podía hacer el vapor. Thomas Newcomen recogió su testigo, cuando en 1700 las máquinas de vapor construidas eran demasiado débiles para aguantar el vapor que se necesitaba para trabajar en las minas de cobre, por lo que era necesaria una bomba mucho más grande y que fuera inagotable.
Por ello Newcomen usó el vapor para succionar en lugar de para mover los pistones, un proceso lento pero que consiguió resultar una máquina práctica. De hecho esta máquina estuvo trabajando durante más de cincuenta años sin que nada la amenazara ni sustituyera.
El trabajo de Newcomen vino muy bien más tarde al escocés James Watt. Lo que él quería conseguir es que la cámara de los pistones fuera totalmente hermética. Gracias a las mejoras que introdujo en el motor, consiguió crear una máquina que dominó la Revolución Industrial, al menos durante los primeros años.
La máquina de vapor dio comienzo a una revolución tecnológica que convirtió a Gran Bretaña en un país rico y que cambió el mundo sacando a millones de personas de la pobreza extrema.
Y aunque Watt está considerado como el padre de la máquina de vapor, lo cierto es que la misma era de baja presión y fue sustituida con el tiempo por máquinas de alta presión, en concreto por las construidas por Trevithick. Además hizo todo lo posible para que estos nuevos motores se desarrollaran por completo ya que amenazaban a sus intereses comerciales.
En cualquier caso la historia de la máquina de vapor muestra también lo arduo y largo que llega a ser el proceso de la invención en ocasiones, y que aquellos que se recuerdan como por ejemplo Watt, son solamente una parte de algo bastante más grande.