La primera manera de escribir que tuvo el hombre sin necesidad de usar un lápiz o una pluma, fue la máquina de escribir, utensilio que ha existido desde principios del año 1700 aunque estuvo durante doscientos años más dando vueltas, hasta obtener cierto reconocimiento entre el público.
El origen de la máquina de escribir proviene del italiano Pellegrino Turri, cuando en 1808 inventó una máquina para que las personas invidentes pudieran escribir cartas. Más tarde, en 1829, William Austin Burt aplicó este concepto, conocido como “teclógrafo” en esa época, e intentó patentar la máquina para que todo el mundo la pudiera utilizar, algo que lamentablemente no consiguió.