El nombre “nevera” tiene su origen en España y data de mucho antes de que se inventaran los sistemas de refrigeración mecánica o eléctrica. En esa época, la nevera era un aparador de madera que contaba con una capa de corcho o piel, que oficiaba como aislante. En este mueble se colocaba la nieve que permitía conservar a una temperatura menor a la ambiental los alimentos. Fue en 1876, que un ingeniero alemán llamado Carl Von Linden inventó y patentó la primera versión de la nevera tal y como la conocemos hoy día.