“Escuela” es el nombre que recibe aquella institución orientada a impartir enseñanza o educación. El término proviene del griego antiguo y en sus orígenes significaba tiempo libre, tranquilidad; luego se convirtió en aquello que se realiza en el tiempo libre para finalmente derivar en sinónimo de estudio como contraposición de los juegos. No obstante, no fueron los griegos quienes inventaron la escuela sino los bizantinos, quienes continuaron con el Imperio Romano durante la Edad Media.
Los bizantinos estaban muy influenciados por la cultura griega, principalmente en cuanto al lenguaje. Los griegos se destacaron por su dedicación en la búsqueda del conocimiento, pero su disciplina educativa distaba mucho del concepto de Escuela.
Los maestros griegos tenían discípulos e impartían sus lecciones de manera aleatoria, al aire libre, inclusive realizando viajes. El carácter de dichas clases no era formal en absoluto, si alguien pasaba por el lugar y se interesaba en el tema de conversación, podía quedarse allí escuchando.
Los bizantinos, en cambio, si bien heredaron de los griegos la idea de enseñar y transmitir los conocimientos, prefirieron hacerlo de manera más pautada. Es por esto que designaron un área cerrada para dictar las clases y organizaron un sistema con temas específicos para enseñar, dejando de lado la idea libre y abierta de los griegos.
Con los bizantinos comenzó el concepto de escuela tal y como lo entendemos hoy.
En estas primeras escuelas, la educación era un privilegio de las clases acomodadas de la sociedad. No olvidemos que el origen del término hace alusión al tiempo libre en primera instancia, algo que los esclavos, por ejemplo, no tenían. Pasaron muchos años hasta que la escuela comenzó a abrirse a la sociedad en conjunto. La primera escuela pública y gratuita tuvo lugar en el año 1597 y fue fundada por el sacerdote español José de Calasanz.
A partir de la Revolución Francesa, que impuso la noción de la educación como un derecho, la escuela comenzó a considerarse un asunto de Estado. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, empezó a forjarse el sistema educativo en cada país. Lógicamente que el desarrollo de la escuela pública a manos del Estado, dependió del momento histórico de cada nación, pero los fundamentos de esta nueva corriente eran la educación universal, obligatoria, gratuita y libre.
Escuela pública y escuela privada
En la mayoría de los países existen ambas opciones de escolaridad: la pública y la privada. La escuela pública es financiada con los ingresos fiscales del país, con este sistema, las personas en general aportan para que la sociedad goce del derecho a la educación. Es normal que la obligatoriedad rija hasta determinada edad, pero lamentablemente en aquellos países con un desarrollo pobre o nulo, son muchísimos los niños que no gozan de este derecho por tener que trabajar desde una temprana edad.
Por otro lado, la escuela privada es paga y acceden a ella quienes cuenten con un ingreso que les permita solventar este gasto. Por lo general, las escuelas privadas son de carácter religioso aunque las hay laicas pero en menor medida. También existen las escuelas privadas que cuentan con subsidio del Estado, total o parcial, lo cual garantiza un sistema de becas por el cual acceden alumnos con menores recursos.
La escuela en la actualidad
Al principio la escuela era la institución en la que los alumnos accedían a la información. El maestro transmitía su saber a la clase, seleccionando la información que llegaba a sus alumnos. En la actualidad, con el avance tecnológico y fundamentalmente con la aparición de internet, el acceso a la información de manera automática es ilimitado. Estos cambios en la sociedad, van de a poco repercutiendo en la escuela, que debe ir amoldándose para no quedar obsoleta. Si bien el docente cuenta con contenidos educativos que transmitir a su clase, debe enseñar también a que los alumnos construyan su propio conocimiento, que aprendan a aprender.