¿Quién inventó el teléfono?

El teléfono es un invento cuya capacidad consiste en transmitir las señales acústicas a través de señales eléctricas. El crédito por su creación se lo llevó el estadounidense Alexander Graham Bell junto a Elisha Gray, pero en realidad Bell fue el primero en patentarlo en el año 1876 y no el inventor original. Su verdadero creador fue Antonio Meucci, un italo estadounidense, en el año 1854.

La esposa de Meucci se encontraba postrada a causa del reumatismo, es por ello que en el año 1854, Meucci construyó un dispositivo que permitía conectar su oficina en la planta baja con el dormitorio donde se hallaba su esposa, sito en el segundo piso. Éste fue el primer teléfono de la historia, aunque su inventor lo llamó teletrófono.

En el año 1860, Meucci hizo una demostración pública de su dispositivo. La voz de una cantante se logró transmitir sin dificultades a una distancia importante. Los periódicos italianos en Nueva York publicaron a su vez la noticia con una descripción del invento e inclusive hubo quien se llevó a Italia una copia del prototipo y la documentación que permitiría producirlo en dicho país. Lamentablemente no se volvió a tener noticias de él ni se concretó ninguna oferta posterior a la exhibición.

En el año 1871 Meucci logró reunir el dinero suficiente para presentar una escueta descripción de su invento, pero no consiguió el capital necesario para registrar la patente. Cabe destacar que sí realizó la patente de otros inventos que consideró más rentables, tales como un filtro de agua económico y las velas de parafina, que hasta ese momento se realizaban con grasa animal.

Bell registró una patente que mencionaba como tal al teléfono en el año 1876.

Al enterarse Meucci de la patente de Bell, solicitó el reclamo mediante un abogado a  la oficina de patentes en Washington. El abogado no efectuó ningún reclamo, pero Meucci se enteró por un amigo con contactos en el lugar que toda su documentación había sido extraviada.

En el año 1886, Meucci demandó a su abogado, quien había sido sobornado por Bell. El Gobierno de los Estados Unidos inició litigio por fraude contra la patente de Bell, pero no tuvo mayores avances y se dio por cerrado al morir Meucci en 1889. No fue sino hasta el año 2002 que se hizo justicia, reconociendo en el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos que la autoría de la invención era de Antonio Meucci.

¿Cómo funciona el teléfono?

El teléfono cuenta con un interruptor que conecta y desconecta al dispositivo de la red. Al levantar el auricular, el teléfono queda conectado a la red telefónica.

El auricular está compuesto por un receptor que convierte las señales eléctricas en sonido y un transmisor que atrapa las ondas sonoras. Estas ondas se convierten en señales electrónicas y se envían al otro dispositivo con el que se haya comunicado. El auricular cuenta además con un sistema de reducción de ruido ambiental y prevención de la retroalimentación, esto es que evita escuchar nuestra propia voz al hablar.

La red telefónica comienza en el domicilio, conectando cada terminal telefónica con la toma en la calle. A lo largo de la calle se extiende el cableado y dependiendo de la zona de localización irá directamente al interruptor de la compañía a la que pertenezca la línea o hacia un concentrador digital. El concentrador digitaliza la voz, la combina con otras llamadas en curso y las envía a la terminal de la compañía telefónica.

¿Qué cambios ha presentado?

En sus orígenes, la llamada debía ser gestionada por la operadora. Con el paso del tiempo y el desarrollo de nuevas tecnologías, los teléfonos fueron automáticos, es decir que podían comunicarse sin la necesidad de una derivación. Este tipo de marcación por pulsos mediante el disco de marcar fue luego desplazado por la marcación por tonos multifrecuencia. Otro cambio importante fue la inclusión del micrófono conocido como electret, el cual es muy resistente a la humedad y el calor. Hacia la década del 80 se comenzaron a desarrollar dispositivos inalámbricos, lo cual llevó luego al desarrollo de los dispositivos móviles.

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